Las heridas son parte de la vida cotidiana, pero con ciertas precauciones podemos evitar que éstas sean graves o tan frecuentes que lleguen a afectar nuestro estado de salud general.
Estas son algunas de las recomendaciones para prevenirlas:
- Tener cuidado al usar elementos punzocortantes. Cortar sobre superficies planas, duras y regulares, con buena iluminación y sin residuos de otros materiales.
- Usar guantes y otros elementos auxiliares al tener contacto con sustancias calientes. Muchas de las heridas se ´producen en casa al realizar actividades sencillas, específicamente en la cocina.
- En personas de la tercera edad o con padecimiento crónicos, se debe vigilar minuciosamente la piel de todo el cuerpo para identificar lesiones mínimas, ya que al convertirse en heridas, son propensas a infectarse y el proceso de cicatrización es muy lento.
- Al operar maquinaria, utilizar todo el material indicado por los programas de Protección Civil y Seguridad Industrial.
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